domingo, 25 de noviembre de 2018

TEMPLO DE EDFU. EGIPTO.



QUIEN NO CONOCE EGIPTO NO CONOCE EL MUNDO.





El templo de Edfu es el mayor templo dedicado a Horus, el dios halcón, cuya estatua preside la gran entrada.

Hoy en día es el templo mejor conservado de Egipto, está muy entero con el techo incluido que es muy raro. Pero no ocurre lo mismo con sus pinturas que prácticamente han desaparecido de sus paredes y columnas. Una pena porque su aspecto real sería verdaderamente imponente.

Exceptuando el de Karnak no hay en Egipto un templo más importante que éste.






Gracias a unas inscripciones halladas en el interior del templo sabemos que se empezó a construir el 23 de agosto de 237 a.C. durante el reinado de Ptolomeo III, Época Helenística, y se concluyó en el 57 a.C. con Ptolomeo XII.

Sigue la disposición del más típico de los templos griegos. La puerta principal está flanqueada por dos grandes pilonos trapezoidales. Como observarán en la foto superior. Están decorados con escenas del rey Ptolomeo XII, el padre de la famosa Cleopatra.

Gran puerta de entrada al templo.





Estatua de Horus.


Atravesamos la gran puerta adintelada y accedemos a un patio abierto rectangular con 32 columnas y con las paredes decoradas con imágenes que aluden a la ceremonia del  Bello Encuentro.

Este templo estaba muy relacionado con el dedicado a la diosa Hathor en Dendera. Una vez al año la diosa Hathor visitaba al dios Horus en Edfu, de ahí el Bello Encuentro y sus imágenes pasaban juntas 14 días en su interior.










Es un templo colosal, pues mide 137 metros de longitud por 79 metros de ancho y por 36 metros de altura.

Traspasamos el amplio patio y nos encontramos con dos grandes salas hipóstilas, cubiertas y cada vez de menor altura. La luz se va haciendo más y más suave.







Salientes para desalojar el agua de la lluvia.





El mal llamado extraterrestre.





Un precedente de San Jorge.





Aquí se aprecia el techo quemado.

Después del Edicto del Emperador Romano Teodosio I todos los cultos que no fueran cristianos quedaban prohibidos en el Imperio y los fieles cristianos arrasaron todos los templos que pudieron.

Normalmente se dedicaban a la llamada damnatio memoriae que consistía en picar los rostros de los dioses y diosas egipcios pero en este templo hay también restos de humo en partes del techo.

No se sabe seguro si trataron de quemarlo o simplemente son restos de fogatas. Es posible que el templo al quedar abandonado fuera reutilizado para vivir.

Lo cierto es que quedó completamente enterrado durante siglos por la arena del desierto hasta que A. Mariette lo comenzó a excavar y gracias a ello hoy lo podemos visitar y admirar.







El Sancta Sanctorum era la estancia más importante del templo. Aquí se conserva hasta la gran Barca Ceremonial.

Era una habitación de reducidas dimensiones y muy poco iluminada en donde se guardaban las imágenes de los dioses. Aquí en Edfu y como vemos en las fotos habia un pequeño altar  rematado por un frontón triangular que se supone albergaba la imagen de Horus. 



















Todavía se conservan pequeños pasadizos que eran utilizados por los sacerdotes en las ceremonias del templo, sus voces en los rituales se hacían invisibles a los fieles haciendo crecer así el misterio.







Los pilonos vistos por detrás.



El Templo de Edfu, junto al río Nilo, a medio camino entre Kom Ombo y el complejo de Luxor es una parada obligatoria para el viajero. Es una gran suerte pasear por sus salas igual que lo hacían los auténticos egipcios hace miles de años.

Esperemos que la estupidez del hombre no derribe nunca estos magníficos edificios.







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