viernes, 29 de agosto de 2014

Café París. Sintra. El sibarita.


Después de toda una larga mañana, visitando la espectacular montaña de Sintra y sus no menos magníficos castillos, tocaba reponer fuerzas y elegimos el restaurante más típico y bohemio de la villa.
El Café Paris, está situado en el centro del casco histórico de Sintra, justo enfrente del Palacio Nacional , su terraza normalmente está abarrotada de turistas, pero no tuvimos que esperar demasiado, porque además ya era un poco tarde para el horario de comidas portugués que es más "europeo" que el español.
Sintra es un lugar muy, muy turístico y como normalmente pasa en todos los sitios de este estilo, comer suele ser caro. Pero vaya de antemano decir que en Portugal se come muy bien. Los platos son abundantes, a prueba de los más comilones.
Pues bien, pedimos la carta y nos pusimos a ello. Avekrénides pensó en un primer plato ligero, refrescante, veraniego. Así que eligió una ensalada de atún.

 Y ciertamente la idea no era mala, solo que esta ensalada nos sorprendió totalmente hasta el punto que pensamos que se habían equivocado de plato.
Resultó que el atún estaba escondido debajo de una densa capa de alubias.  Era una ensalada muy consistente y muy rica. Quedó muy satisfecho con este primero.

Pensar en un segundo plato en Portugal y no elegir un bacalao en una de sus innumerables recetas, es un auténtico pecado. Así que Avekrénides eligió el más internacional,el Bacalhau à Brás.



No fue mala elección, desde luego que no, estaba muy bueno de sabor y se notaba que estaba recién hecho. El bacalao desalado se acompaña de huevos revueltos, patata frita muy fina, aceitunas, perejil y su aspecto tiene que ser dorado.
Excelente este plato y Avekrénides ahora si, quedó completamente satisfecho. Estábamos tan llenos que no pedimos postre, pero si una bica, un café intenso que también llaman cimbalino y que es capaz de resucitar a un muerto.
Desde El mundo de Avekrénides, el sibarita recomienda comer en el Café París. La carta es muy variada, el servicio impecable, de lo mejor. Teniendo en cuenta lo que es Sintra el precio del cubierto no es desorbitado.
Por ello le otorgamos las Tres estrellas Miguelín.



jueves, 21 de agosto de 2014

El Tesoro de Abuquir. Museo C.Gulbenkian.Lisboa.





Si hay un museo en Lisboa que en ningún caso y repito " en ningún caso " hay que perderse, ese es el Calouste Gulbenkian. Instalaciones modernas, una impresionante colección de arte de todos los tiempos y una magnífica cafetería-restaurante, elemento básico para hacer un descanso y reponer fuerzas.
Una de las joyas que este museo posee, es parte del llamado Tesoro de Abuquir. Abuquir está en Egipto, en la zona del delta del Nilo. No se sabe el lugar exacto donde apareció el tesoro, una pena para su estudio arqueológico, aunque parece que fue hacia 1902.
 Es una parte de Egipto de clara influencia griega desde la Antiguedad. Por eso la mayoría de las piezas se vendieron a griegos que vivían en las ciudades del Delta.

 


Aparecieron más de 600 áureos romanos, datados en la época de Severo Alejandro a Constancio I (222-306 d.c.), de 18 a 20 lingotes de oro y los famosos 20 Medallones de Alejandro.
De los 20 medallones 11 están en el Gulbelkian, vistos a pocos centímetros son impresionantes, algo único y Avekrénides no perdió tiempo, fotografiándolos con gran placer.
Son estas fotografías sumamente bellas que tiene el gusto de compartir, pero que son tan solo un reflejo del natural.








Contemplar los medallones es como introducirnos en el mundo alejandrino y en un mundo romano en el que el líder macedonio era un auténtico dios.
Las imágenes describen las virtudes militares y legendarias de Alejandro. Los medallones de Abuquir son piezas muy raras, tienen distintos pesos y no corresponden con ninguna acuñación oficial romana. En cuanto a su finalidad, todo son especulaciones. El único emperador romano que aparece en uno de ellos es Caracalla.





El resto son representaciones de Alejandro, con yelmo ático, diademado, con armadura e incluso hay un medallón con la imagen de su madre Olimpia.

Lisboa puede presumir, gracias a la colección Calouste Gulbenquian, de ser la única ciudad en el mundo donde se pueden admirar tantos medallones romanos. Claro que para los muy aficionados a la numismática, Avekrénides recomienda acercarse hasta allí y contemplarlos en directo. Muchas cosas os cambiarán en la cabeza.

lunes, 18 de agosto de 2014

Navegando por el Tajo. Lisboa.Portugal.





Avekrénides es un lisboeta convencido. Sin duda, esta ciudad es la más cool de Europa y ¿ Y cómo no aprovechar parte de la mañana para dar un paseo por el Tajo?
Por pocos euros puedes embarcar y recorrer lo mejor de la Lisboa pegada al río, una gran oportunidad para fotografiar desde otra perspectiva la Plaza del Comercio, el Puente 25 de Abril, el Monumento a los Descubridores y más allá la Torre de Belém. Hay varios recorridos que se pueden hacer, pero éste, es suficiente para hacerte una idea de la bellísima ciudad en la que estás.








Avekrénides y su inseparable Nikon no desperdician ni un segundo y dan trabajo al obturador, clink, clink, clink y la magia digital hace posible que lo que vemos quede plasmado para siempre. El, adora la tecnología digital nos ha ahorrado cientos de carretes de diapos. Mala suerte para Kodak, Fuji ...

 


sábado, 16 de agosto de 2014

Fuegos artificiales de verano, junto al mar.








Avekrénides y su inseparable Nikon tuvieron el placer de contemplar una sesión de fuegos artificiales junto al mar, un espectáculo bonito, maravilloso que hay que fotografiar como sea, sin trípode, sin estabilizador, sin nada a la vieja usanza. Buen pulso y suerte.




martes, 12 de agosto de 2014

Pastéis de Belém. Lisboa.


¿ Qué es lo mejor que se puede hacer en Lisboa después de visitar los Jerónimos ? Avekrénides, el sibarita , lo tenía muy claro. Había que tomarse un buen café con leche y degustar los famosos Pastéis de Belém. Un auténtico placer para el paladar.
No se asusten si ven mucha gente por la puerta o alguna fila. Pasen sin problema el local es grande y seguro que consiguen mesa rápidamente.







Los Pastéis son capaces de devolveros las fuerzas después de la dura visita al monasterio. También se les llama pasteles de nata. En Lisboa se pueden tomar por casi todas las pastelerías pero no nos engañemos, si los queréis tomar recién hechos hay que hacerlo aquí.
La pasta es de hojaldre, pero crujiente, muy fino, pura delicia. Mientras que la crema es un compuesto de yema de huevo, leche y azúcar.





Algo más llevan seguro, porque estos pasteles son " divinos " pero su fórmula es ultrasecreta. sólo tres personas la conocen y nunca nunca viajan juntas.
Es recomendable que antes de comerlos, espolvoreeis por encima de ellos un poco de canela y azúcar. Seguro que os tomaréis unos cuantos, pero sin problemas no son caros son una delicia al alcance de cualquier bolsillo.



Según parece el " invento " es una creación de las monjas del monasterio de los Jerónimos, lo cual no es de extrañar porque las monjas son unas grandes reposteras en todos los países. En 1834 se cerró el monasterio y el panadero, que se quedó sin trabajo, le pasó la receta a Domingos Alves y desde 1837 se fabrican aquí, en la Oficina do Segredo, que claro está celosamente cerrada al público.







Cuidado porque como se puede ver en las imágenes son altamente adictivos , igual que la ciudad de Lisboa , una vez que la dejas, estás deseando volver.



sábado, 2 de agosto de 2014

Johnny Winter. El albino de oro.




Hace pocos días que falleció este gran bluesman, desde El Mundo de Avekrénides consideramos que es de justicia rendir un modesto homenaje a este peculiar músico.
Tenía 70 años y no cabe duda de que era uno de los mejores guitarristas del mundo. Nació en Beamont (Texas) en 1944. A finales de los 60 ya era una estrella de los escenearios y fue uno de los que actuaron en el mítico festival de Woodstock.


Johnny Winter era puro blues de la escuela tejana, nunca se había visto nada igual, un albino interpretando blues de tasca. Pero amigos(as) como sonaba su guitarra. 
Avekrénides lo conoció en los 80 gracias a un colega que le pasó varios de sus discos y se quedó completamente alucinado con lo que estaba escuchando.




Sentía el blues y por eso era bueno en lo que hacía. Es increíble cuanto se puede aprender de gente como ésta y cuando por desgracia se van tenemos la suerte de poder recordar sus grandes interpretaciones  y los sentimientos que esa música nos deja.
Voz desgarradora, guitarra ardiente y larga melena albina. Tuvo la gran suerte de tocar con los mejores o tal vez, fuera al revés y ellos tuvieron la suerte de tocar junto a él.





Adiós, adiós a este maestro del blues, seguirá tocando en el otro lado junto al cruce de caminos.