sábado, 16 de noviembre de 2019

JEAN GEILER GEWÜRZTRAMINER.



IN VINO VERITAS.




Vamos a  catar hoy un vino top, un medalla de oro que no es moco de pavo.  Jean Gelier Gewürztraminer de 2.016 recién llegado de Alsacia, Francia. Me lo acaban de traer unos buenos amigos que han estado por esa región francesa que algún día tengo visitar y  como no que fotografiar.

Si son seguidores de mi blog ya sabrán de sobra que es el vino blanco que más me gusta. Soy un adicto a esta delicatessen, este elixir de los dioses que convierte la comida en algo inolvidable.





Botella estilizada, color verde oscuro con etiquetas elegantes, cosa en la que yo me fijo mucho, porque el vino como todo tiene que tener una buena apariencia, sencilla pero atractiva, algo así como Grace Kelly en La ventana indiscreta, ustedes ya me entienden.

Procede de la Cave Vinicole Jean Gelier de Ingersheim, Vive la France. Sus vinos tienen una fama mundial bien ganada y el de hoy Oh là là!

Yo lo voy a catar junto al queso Viejo Tostado de Mercadona que me gusta mucho, muy premiado también y que creo van a combinar de cine, nunca mejor dicho.  













AVEKRÉNIDES KATA.

En la copa presenta un color amarillo dorado, muy atractivo, cristalino, un color que no les va a dejar indiferentes.

Removemos la copa, acercamos la nariz al borde y como todos los Gewürztraminer es muy aromático, pero es que éste rebasa todos los límites. Como dice la Biblia El vino alegra el corazón y es que estos aromas son divinos. Vamos como escuchar un Coro Gregoriano cuando nos levantamos.   

Por cierto que recuerdo un Gregoriano que escuché en Florencia y que me transportó literalmente al cielo y no había bebido nada más que agua.

Pero bueno volviendo al vino y dejando la música aparte el aroma a pétalo de rosa te inunda la pituitaria. Flores y más flores, grandioso, notas de naranja y especias.

En boca tiene una entrada algo dulce, le sigue el sabor afrutado y una acidez muy equilibrada persistente hasta el final. Pero amigos y amigas está muy pero que muy bueno.

Si tuviera que celebrar mi última cena en este mundo eligiría una botellica de este vino y luego que viniera lo que fuera. 

No les puedo hablar de relación-calidad precio porque es un regalo, pero merece mucho la pena. No sé si se podrá comprar en España pero hoy en día Internet lo arregla todo.

Adelante, pruébenlo y comprobarán que les cuento una verdad  tan grande como la Tour Eiffel. Lo dicho, Vive la France.































lunes, 11 de noviembre de 2019

BUDAPEST UN PASEO POR EL DANUBIO.



Ilusión by The Rhedes.