domingo, 1 de junio de 2014

Gladiadores. Cap.2. # Ars Dimicandi #






Las películas han contribuido a deformar la imagen de los gladiadores. Estos formidables luchadores eran considerados una inversión por lo que no había demasiada mortalidad entre ellos. Solo uno de cada 10 moría en la arena y lo hacía de forma digna y rápida, su oponente le clavaba el gladius por encima de la clavícula directa al corazón.

Había gladiadores que eran esclavos y prisioneros de guerra que podían acceder a la libertad en la arena. Pero también los había voluntarios. Ciudadanos de cualquier clase social que podían demostrar su valor luchando en los juegos. Está comprobado que hubo emperadores romanos a los que les gustaba combatir en el anfiteatro, el más famoso de ellos fue Cómodo.

Ars Dimicandi recrea los juegos y nos enseña como eran y como luchaban realmente los Gladiadores.
Tras la batalla de los Tracios, Darius el Lanista, nos presentó el combate de los Provocatores, eran los gladiadores que normalmente abrían los juegos.
Llevaban los cascos sin alas, el escudo al estilo legionario pero más pequeño y ligero, ya que lo utilizaban como arma ofensiva, acompañados de una espada corta.
Lucían una protección en el pecho, llamada cardiophylax y protectores en el brazo de la espada y en la pierna izquierda.






Tras la lucha de los Provocatores llegaron los Galicos.
Estos gladiadores eran inconfundibles. Llevaban los cascos tipo galo pero forrado de fieltro blanco. Sujetas a la parte inferior del casco, dos protecciones para los ombros. El escudo ovalado de defensa-ataque y sus características espadas galas, más largas pero sin punta así que las usaban para golpear y estos dos se dieron a base de bien.






















En todas las ciudades romanas importantes había un anfiteatro para los ludi y claro está tenían su escuela de gladiadores. Las escuelas eran dirigidas por los lanistas, antiguos gladiadores que hacían a su vez de entrenadores y de empresarios, ya que los gladiadores se contrataban como cualquier otro espectáculo.
Eran muy profesionales, entrenaban todos los días, tenían una dieta especial y eran muy famosos y queridos sobre todo entre las patricias.


Tras el combate de los Galos, apareció en la arena el gran Mirmillon, el gladiador tanque, el más pesado y el mejor defendido.


Llevaba un escudo rectangular muy pesado y grande , similar al usado por los legionarios, le tapaba prácticamente todo el cuerpo y en la cabeza un supercasco con bisera y cresta . Tenía defensas en el brazo derecho y en la pierna izquierda y un cinturón que le protegía la tripa. Su arma era la espada corta.
Se enfrentó a un Tracio mucho más ágil, armado con una sica, espada curvada y un escudo rectangular pequeño. Su mejor arma la velocidad y la agilidad. El combate fue bestial y el público gritaba sin parar animando a estos gladiadores.



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