EGO SUM
Hacía tiempo que no subía un post de un vino, una cata de mis vinos olvidados, pero se ha acabado ya, Avekrénides vuelve a la senda del dios Dionisio y cual si estuviera en el Olimpo entre sátiros y ménades regresa a este terrenal mundo con un vino que yo diría de los top.
Que vamos a decir de Oporto que no se haya dicho ya, todas cosas buenas y maravillosas, buenas excepto sus cuestas que a los que ya tenemos cierta edad cada día nos atragantan más. La bella ciudad portuguesa es un encanto, su gastronomía, sus lugares fotográficos, si son aficionados a la fotografía, ésta es una ciudad que no hay que perderse, Gaia, el Duero . Pero no menos importantes son sus gentes, los hermanos portugueses son amables y hospitalarios hasta decir basta.
Pero claro amigos y amigas si hay una cosa que ha hecho famosa a la ciudad de Oporto (Porto en portugués) indudablemente es su vino. Un vino dulce exquisito que atrae a muchísima gente a la ciudad solamente para catarlo en sus numerosas bodegas de Gaia.
El que vamos a catar hoy es de bodegas Sandeman, de origen escocés aunque se fundó en Londres en 1790 y no solo le daban al Oporto sino que también importaban vino de Jerez, de hecho en su famosa etiqueta dorada se ve la silueta de un caballero con sombrrero de ala ancha y capa larga a la moda española. Desde 2002 esta bodega pertenece a la familia portuguesa Sogrape Vinhos.
Es un Tawny de 10 años. Tawny yo lo traduciría por tostado, por el color del vino que adquiere por su envejecimiento mínimo de 10 años en barrica de roble. Y digo mínimo porque yo he llegado a catar de 20 años pero los hay de 30 y 40 años.
AVEKRÉNIDES KATA.
En la copa como se puede apreciar en la foto, aunque no es muy buena, nos presenta un color rojo tostado, ya nos presagia que el vino va a tener cuerpo, vamos que nos es un Oporto aguachirri comprado en un super, que no están malos pero es que la diferencia es tremenda. Color teja en el borde y gota gruesa vino bien envejecido.
Pasamos a la fase olfativa y aquí es donde comienza el festival porque si hay algo que me gusta mucho pero mucho es oler el Oporto bueno, pero bueno, bueno que fragancia más sublime.
Se perciben toques de fruta madura, toques de vainilla, canela y madera. Y se me escapan matizes porque yo no soy un experto catador.
En boca, un vino dulce, no dulzón con equilibrada acidez al comenzar, pasa por la zona intermedia afrutada y con un acabado persistente con cuerpo que le da ese envejecimiento en la madera de roble.
El Oporto marida bien con postres, quesos y solo como aperitivo. Una copita de Oporto es un placer nada desdeñable.
En definitiva, si pueden pasar del Oporto joven que no es malo, todo lo contrario hacia el Oporto envejecido saborearán algo que merece mucho la pena, como dice el refrán " algo tendrá el agua cuando la bendicen ". Y si su bolsillo se lo permite, que no son buenos tiempos para la lírica, apunten a 20 o 30 años de envejecimiento que se nota y mucho.
¿Merece la pena este Sandeman? Buenooo, mucho pero mucho, viva el Oporto que gran vino y viva Portugal. Siempre recuerdo con un agradable placer en la boca esos platos de bacalao que me he comido allí. El mejor del mundo mundial.



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