Sin duda, Herculano es una inyección de hormonas históricas en la mente de Avekrénides, una ráfaga de aire fresco que despeja muchas dudas sobre nuestros antepasados romanos. Un mundo esclavista y bastante duro para el que no tenía la suerte de ser ciudadano pero indudablemente era una cultura superior a todo lo que le rodeaba, pobres bárbaros, que por desgracia son los que hoy nos gobiernan en Europa, que tristeza.
Avekrénides pasea por estas calles que un día eran transitadas por otros seres humanos que de golpe se esfumaron y de los que sólo quedaron sus casas, sus retratos, sus objetos cotidianos, es un recorrido por una ciudad fantasma , como un decorado de película romana pero real, muy real.
Por el tamaño de sus casas y la calidad de los materiales encontrados, sus habitantes tenían que ser gente muy pudiente.
Eran personas refinadas estos ciudadanos, seguramente ricos comerciantes que amaban el arte, la literatura y la buena vida.
Son casas que exteriormente no son ostentosas, son más bien modestas pero su interior es muy diferente y no se cortaban un pelo en usar vistosos mosaicos, magníficas pinturas en sus paredes y toda clase de esculturas, muchas de ellas bien conservadas en el Museo de Nápoles.
Gracias por permitir disfrutar de tu viaje, Javier. Esto es maravilloso! Las imágenes y la narración absolutamente impecables.
ResponderEliminarBienvenido a mis círculos ...y muy Felíz Año Nuevo 2014!!