QUIEN NO CONOCE EGIPTO NO CONOCE EL MUNDO.
NEFERTARI reina de Egipto. Esposa de Ramsés II, ostentaba el título de Gran Esposa Real y mucho la debía de querer el gran Ramsés porque en Nubia y al lado de su templo en Abu Simbel le hizo construir otro, dedicado a ella y a la diosa Hathor diosa de la belleza, del amor, de la música.
Ramsés II es un personaje peculiar dentro de la Historia de Egipto. Reinó entre el 1.279 y el 1.213 a.C. Unos 66 años , pero además se cree que vivió por encima de los 90 años. Tuvo cientos de esposas y concubinas y naturalmente cientos de hijos. En el Imperio Nuevo nadie fue más grande.
El templo de Nefertari es excepcional. Excavado también en la roca, es de menores dimensiones que el de Ramsés, pero comparte el mismo sistema de edificación.
Lo más llamativo, sin duda, es su portada. Nos encontramos con seis estatuas colosales , de pie, tres a cada lado de la puerta, dos son de Ramsés con las coronas del alto y bajo Egipto. En medio aparece Nefertari, como diosa Hathor, pero cosa rarísima en el arte egipcio su tamaño es igual al del rey. De cara al público se está diciendo que estaban al mismo nivel y no olvidemos que Ramsés se consideraba un dios.
El último de los colosos es también Ramsés pero con una corona hathórica, con los dos cuernos y el sol en medio.
Nefertari no era una esposa más, eso está claro era alguien muy importante para el rey. No se sabe bien su origen ni como murió.
Tuvo varios hijos e hijas con Ramsés y su tumba en el Valle de las Reinas, cerca de Tebas está considerada como una de las mejores que se conocen. Una auténtica maravilla pictórica, restaurada y solo accesible para pequeños grupos durante pocos minutos para no aumentar su deterioro. Como dato informativo la entrada cuesta sobre los 50 euros por persona.
El interior de su templo es muy similar al de Ramsés pero como he dicho antes de dimensiones más pequeñas.
Magníficamente decorado con escenas de ofrendas a los dioses y diosas. La primera sala y la más grande tiene la peculiaridad de que en sus 6 pilastras aparece la figura de la diosa Hathor.
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NEFERTARI Y RAMSÉS SACRIFICANDO A UN PRISIONERO COMO OFRENDA A LOS DIOSES. |
Después se accede a una pequeña sala más baja que da acceso al santuario del templo en donde a duras penas distinguimos la figura de la diosa Hathor flanqueada por los reyes.
Nefertari, por la que brilla el Sol, mujer al parecer de una extraordinaria belleza y muy importante para Ramsés II, ha pasado a la posteridad por la puerta grande, siendo recordada por su bellísimo templo en Abú Simbel y su impresionante tumba, por desgracia saqueada ya en la Antigüedad.
Como dato interesante, a tener en cuenta por los fotógrafos, para poder sacar instantáneas o grabar en el interior de estos templos hay que pagar un plus a parte de 300 libras egipcias. Pero merece la pena y además los guardas se muestran mucho más amables pues son implacables con los listillos.