Hoy tenemos el gran placer de volver a la época dorada de la música, la década de los 60, con un grupo español que marcó tendencia en nuestro país y que tiene el honor de ser la primera banda española en grabar en Inglaterra, nos estamos refiriendo a Los Iberos.
Es curioso que Los Iberos estaban de moda en una España en donde se fumaban los celtas cortos. Todo tiene su interdependencia.
Sin duda fueron una de las mejores bandas de rock , para muchos críticos la mejor de la década.
Nosotros pensamos que había muchas grupos buenos y es difícil elegir al mejor aunque desde luego estarían en el pelotón de cabeza.
Se les puede considerar un grupo malagueño ya que se formaron en Torremolinos en 1966, eran una orquesta de baile de las muchas que tocaban en aquellos años en hoteles y salas de fiestas. Entonces Torremolinos era la Meca musical de los grupos.
Su formación típica, aunque hubo variaciones fue la siguiente: Enrique Lozano (fundador y guitarrista), Adolfo Rodríguez (guitarra y voz), Diego Cascado (batería) y Cristóbal de Haro (bajo).
Os dejamos con el vídeo de la canción que más nos gusta de Los Iberos. Las tres de la noche.
Las tres de la noche han dado
corazón y no dormís.
Mis recaudos os desvelan
viendo que a Dios ofendí.
Si no duerme el agraviado
que Dios no puede dormir
mal dormirá quien lo agravie
si no está fuera de sí.
(Lope de Vega)
Si si habéis leído bien, la letra de la canción es de Don Lope de Vega, Toma Jeroma. De hecho se le ocurrió a Eduardo Lozano leyendo estos versos del genio del barroco. Y hay que decir que la canción también resulta un tanto barroca con esos majestuosos arreglos orquestales y su tremendo juego de voces. Muy buen tema y uno de los pocos que este grupo grabó en español.
Los Iberos comenzaron en la música , como la gran mayoría de los grupos, versionando a las bandas punteras del momento Beatles, Small Faces, Hollies, Manfred Man, todos ellos cuidaban mucho sus armonías vocales.
Se hicieron muy, pero muy populares cuando empezaron a aparecer en TVE en su programa musical Escala en HiFi.
La televisión fue su espaldarazo final y lograron firmar un contrato con con el sello Columbia. Esto les facilitó poderse marchar a Londres y grabar en los estudios Decca, ahí es nada. La diferencia tecnológica en medios de grabación era abismal y esto se notó mucho en sus discos.
Los Iberos tenían el defecto de que cantaban prioritariamente en inglés, eso al público de aquí no le gustaba mucho y a los ingleses les resultaba bastante chocante y sorprendente.
En 1968 grabaron su primer single en la cara A aparecía Summertime Girl, su mejor canción para muchos. Quizás demasiado buena para la época pero así es esto.
Después salió un segundo disco este cantado en español en donde aparecían Las tres de la noche y Corto y ancho.
El sonido era muy cuidado con perfectas orquestaciones y voces.
Los Iberos eran un grupo de directo, en eso eran los mejores de la escena madrileña y hay que decir que en esos años de Dictadura , Madrid contaba con nada menos que con 25 salas de fiesta en donde los grupos actuaban diariamente hoy en día esto es impensable por desgracia. La gente prefiere ver al tonto del pueblo poniendo discos que a un buen grupo en directo.
Hay quien dice que la música murió en los 80, pero que va, estamos convencidos de que pronto volverá una nueva edad de oro.
Volviendo a los Iberos y a su directo todavía muchos recuerdan su mítico concierto en la sala Caravelle cuando hacían de teloneros de Los Bravos, su actuación fue tan buena que los figuras casi no pudieron ni tocar.
En 1969 llegaron a la cima musical con la publicación del LP que lleva su mismo nombre. Dicho de paso para muchos críticos es el mejor LP de la década de los 60 en España.
Tocaron más que nunca ya que hacían de teloneros y acompañamiento de la estrella del momento Massiel.
Aparecieron en varias películas y sus discos se vendían muy bien.
Su carrera finalizó en 1973, con la publicación de su último disco Mamá,Tobías y John.
El grupo llegó al final, como todos, pero hoy los seguimos recordando en el maravilloso Mundo de Avekrénides.