Llegadas las Navidades, Avekrénides estaba buscando un vino especial, digno de estas fechas tan señaladas así que se dirigió a su bodega de siempre en donde abundan los buenos vinos. Deslumbrado por semejante plantel, preguntó por el vino aragonés que más hubiera destacado este año.
El bodeguero no lo dudó dos veces y le aconsejó probar este Samitier Roble. Premio Bacchus 2013 de la Unión española de Catadores.
Este vino tinto es de Bodegas Augusta Bilbilis Samitier, D.O. Calatayud, una bodega joven fundada en 2006. Es monovarietal, uva garnacha de viñedos centenarios. Una uva fuerte como el clima en el que se cría de veranos muy calurosos e inviernos muy fríos.
La producción no es muy elevada, es casi artesanal unos 12.000 botellas anuales. Con envejecimiento en barrica durante 3 meses. La cosecha del 2011 ha recibido la medalla de oro en el concurso de garnachas del mundo así que no estamos hablando de cualquier vino.
Ha recibido muy buenas críticas por parte de los entendidos quienes lo han calificado como un bombón de vino. Pero Avekrénides no es un crítico, ni un catador, más bien es un degustador.
Así que metidos en faena y con el vino en la copa podemos apreciar que es de un rojo picota, de aroma suave, afrutado. Ojo que entra muy bien, es fácil de beber pero con cuerpo de los que se nota el calorcito interior.
Muy apropiado para segundos platos acompañando a pescados grasos, aves y carnes rojas. Ideal para este tiempo invernal.
En cuanto a la relación calidad precio no puede ser mejor ya que la botella en la bodega costó 7 euros. No está nada pero que nada mal para acompañar estas entrañables comidas que nos esperan.
Desde el Mundo de Avekrénides os deseamos una Feliz Navidad.
La producción no es muy elevada, es casi artesanal unos 12.000 botellas anuales. Con envejecimiento en barrica durante 3 meses. La cosecha del 2011 ha recibido la medalla de oro en el concurso de garnachas del mundo así que no estamos hablando de cualquier vino.
Ha recibido muy buenas críticas por parte de los entendidos quienes lo han calificado como un bombón de vino. Pero Avekrénides no es un crítico, ni un catador, más bien es un degustador.
Así que metidos en faena y con el vino en la copa podemos apreciar que es de un rojo picota, de aroma suave, afrutado. Ojo que entra muy bien, es fácil de beber pero con cuerpo de los que se nota el calorcito interior.
Muy apropiado para segundos platos acompañando a pescados grasos, aves y carnes rojas. Ideal para este tiempo invernal.
En cuanto a la relación calidad precio no puede ser mejor ya que la botella en la bodega costó 7 euros. No está nada pero que nada mal para acompañar estas entrañables comidas que nos esperan.
Desde el Mundo de Avekrénides os deseamos una Feliz Navidad.
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