Puede ser difícil hablar y juzgar a un músico que formó parte de la banda de rock más famosa que haya existido. The Beatles fue un grupo que surgió en el momento más adecuado, muy bien dirigidos por su manager Brian Epstein quien ideó un producto rompedor con músicos pulcros, bien trajeados, enfocados hacia una clientela joven y con un tipo de música alegre, novedosa aunque en el fondo no lo fuera tanto.
Hay grupos de música que son planos a lo largo de toda su carrera , planos en el sentido de que no hay una gran evolución en sus discos, todos te suenan igual o muy parecidos, no voy a nombrar a ninguno para que no haya malos rollos.
En The Beatles, desde Please please me hasta Abbey Road, la evolución fue sideral. En todos sus discos abrieron nuevas vías, nuevas ideas, eran una máquina imparable de producir hits transformando la música moderna, cosa que para mí es bastante difícil.
Recuerdo que en el verano de 1969, yo era un niño, un primo mío bastante más mayor que yo, trajo a casa el último disco de los Beatles que había comprado. Era un single con dos canciones, lo pusimos en nuestro tocadiscos de maleta, y comenzó a sonar una preciosa canción, teniendo en cuenta que aquí en España lo más normal era escuchar a Lola Flores o Manolo Escobar, sin menospreciar a nadie, aquello nos sonaba muy diferente.
La canción en cuestion era While my guitar gently weeps . Me gustó mucho el solo de guitarra, aunque yo por entonces no tenía mucha idea y años después supe que lo había interpretado su amigo Eric Clapton. Era una canción de George Harrison, un tipo melenudo que era el guitarra solista de esa banda. Esa fue la canción que me introdujo en el mundo Beatle. No fue Obladi Oblada que era la cara A del single y que si estaba firmada por Lennon y McCartney.
Ni que decir tiene que ese disco me marcó ya para siempre, la Beatlemanía es una vibración que se te mete en el cuerpo-mente y ya no te suelta.
George Harrison no era un superdotado de la guitarra, ni tan siquiera creo que lo necesitara. Pero dentro de los Beatles era vital. Su sonido era algo especial, jamás fallaba una nota y rezumaba expresividad en sus solos, con los años creó su propio sonido, su sello indiscutible que lo hace fácilmente identificable, eso es lo realmente difícil.
A mí muchas de sus partes en las canciones Beatle me parecen geniales y difíciles de interpretar. Pongan una guitarra eléctrica en sus manos y prueben a hacerlo. Es fácil criticar cuando el desconocimiento nos lleva al rebuzno. Cuanta envidia hay por el mundo.
Tocar con los Beatles en directo no era nada pero nada fácil. En cierta ocasión me contó una persona que estuvo en uno de sus conciertos que en realidad a ellos no se les oía casi nada debido a la cantidad de chillidos de sus enfervorecidas fans. Así que ahora pónganse en el lugar de los músicos subidos en un escenario, sin monitores, porque no había y tocando a pelo para miles de fans aulladoras. Había que tenerlos muy bien puestos.
Y como compositor George tampoco era manco. Si bien la fama se la llevaban sus célebres colegas, Something me parece un temazo, una canción top, favorita de muchos músicos que lo han hecho público, con un solo de guitarra señorial.
Tenía tanto material compuesto que tras la ruptura de mis queridos Beatles empezó a sacar discos como rosquillas. My sweet Lord (1971) polémica canción pero mira que fue el primer exBeatle en alcanzar un número uno.
En mi caso como guitarrista, George Harrison me ha influenciado mucho. Su estilo sencillo, tranquilo, justo, bueno era la imagen que él mismo transmitía. Inolvidable . Te echamos mucho de menos George.
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