Es conveniente llevar siempre preparada nuestra cámara cuando estamos en la naturaleza, porque nunca se sabe lo que puede surgir. Una buena luz, un buen paisaje, algo de fauna.
Avekrénides y su inseparable Nikon se sumergen hoy en el mundo natural, ese al que todos pertenecemos incluso los más empedernidos urbanitas.
Chiss, chiss oiga pero no se quede ahí, sentatidito en el sofá de su casa, coja su cámara y pasee por el campo seguro que lo tiene cerca. Aproveche y suelte su vena fotográfica, su cuerpo y su mente se lo agredecerán.
Y no se trata de trabajar para la National Geographic, tan solo se trata de pasarlo bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario