¿ Qué es lo mejor que se puede hacer en Lisboa después de visitar los Jerónimos ? Avekrénides, el sibarita , lo tenía muy claro. Había que tomarse un buen café con leche y degustar los famosos Pastéis de Belém. Un auténtico placer para el paladar.
No se asusten si ven mucha gente por la puerta o alguna fila. Pasen sin problema el local es grande y seguro que consiguen mesa rápidamente.
Los Pastéis son capaces de devolveros las fuerzas después de la dura visita al monasterio. También se les llama pasteles de nata. En Lisboa se pueden tomar por casi todas las pastelerías pero no nos engañemos, si los queréis tomar recién hechos hay que hacerlo aquí.
La pasta es de hojaldre, pero crujiente, muy fino, pura delicia. Mientras que la crema es un compuesto de yema de huevo, leche y azúcar.
Algo más llevan seguro, porque estos pasteles son " divinos " pero su fórmula es ultrasecreta. sólo tres personas la conocen y nunca nunca viajan juntas.
Es recomendable que antes de comerlos, espolvoreeis por encima de ellos un poco de canela y azúcar. Seguro que os tomaréis unos cuantos, pero sin problemas no son caros son una delicia al alcance de cualquier bolsillo.
Según parece el " invento " es una creación de las monjas del monasterio de los Jerónimos, lo cual no es de extrañar porque las monjas son unas grandes reposteras en todos los países. En 1834 se cerró el monasterio y el panadero, que se quedó sin trabajo, le pasó la receta a Domingos Alves y desde 1837 se fabrican aquí, en la Oficina do Segredo, que claro está celosamente cerrada al público.
Cuidado porque como se puede ver en las imágenes son altamente adictivos , igual que la ciudad de Lisboa , una vez que la dejas, estás deseando volver.
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