IN VINO VERITAS.
Estamos pasando un verano bastante caluroso como por otra parte era de esperar. Reconozco que apetece mucho una jarra bien fría de cerveza, sin abusar, que ya saben, se sube a la cabeza.
Yo las cañas las reservo para el tapeo y también de vez en cuando me tomo algún cóctel que parece que en estas fechas acompañan mejor las noches.
Pero para la comida sigo siendo fiel al vino y una copa de vino blanco muy frío es indispensable para mis platos veraniegos.
Ensaladas, gazpacho, salpicón de marisco, paellas, fideuás, un pescado al horno, en fin, multitud de platos que maridan como anillo al dedo, con el vino que catamos hoy.
BACH EXTRÍSIMO, un vino blanco joven, semi dulce que está buenísimo y a un precio bastante moderado pues la botella suele rondar los 4,50 euros.
Un producto de Bodegas Masía Bach, del Grupo Codorníu, con Denominación de Origen Cataluña.
Es un vino joven pero con crianza de 6 meses en barrica de roble americano, lo que acrecienta su complejidad.
Tiene dos variedades de uva : Xarel-lo al 80% y Macabeo al 20% el resultado es un vino muy apetitoso, aunque ese toque dulzón puede desagradar a según que paladares, a mí no me molesta en absoluto.
AVEKRÉNIDES KATA.
En la copa presenta un color amarillo dorado, muy limpio y brillante, muy atractivo a la vista que todo cuenta.
Removemos la copa y acercamos nuestra nariz para percibir unos aromas complejos. Un vino muy rico en aromas, la barrica hace lo suyo y tiene notas de manzanilla, madera, miel, flores blancas.
En boca, yo diría que es un vino muy equilibrado, yin y yang, jugando con esa entrada dulce que no empalaga y terminando con una acidez mantenida.
Lectores y lectoras no les voy a mentir, es un vino con una relación calidad-precio impresionante.
Lo he catado aquí, al lado del Mare Nostrum, bien frío, con una rica escalivada y una dorada al horno. Un placer.
