Lamentablemente no queda ninguna imagen romana de como era realmente Villa Jovis, pero sobre el terreno el palacio de Tiberio era impresionante. Por la planta que aparece en la imagen tomada de uno de los paneles explicativos el conjunto era enorme.
Aquí vivían miles de personas así que la logística desplegada en la zona tenía que ser muy importante. Se necesitaban muchos alimentos, mucha agua y además el Emperador necesitaba una guarnición militar que mantuviera su seguridad.
Aquí vivían miles de personas así que la logística desplegada en la zona tenía que ser muy importante. Se necesitaban muchos alimentos, mucha agua y además el Emperador necesitaba una guarnición militar que mantuviera su seguridad.
El principal problema que se les debió presentar a los ingenieros y arquitectos romanos fue llevar el agua hasta aquí. Con un acueducto era prácticamente imposible por la elevación del terreno.
Es una zona apartada , de acceso complicado, así que no tuvieron otra solución que construir unas enormes cisternas que recogían todo el agua posible de la lluvia. Las cisternas están en la base del conjunto. No olvidemos que es una construcción en terrazas, aprovechando la elevación del terreno.
Cisterna. |
Avekrénides piensa en las miles y miles de personas que aquí trabajaron construyendo este enorme palacio imperial. Casi todos eran esclavos, claro, la mano de obra en Roma era muy barata. Pero también tuvieron que trabajar muchos artistas, seguramente la flor y nata del Imperio que hoy en día son anónimos: pintores, escultores,arquitectos etc. De la decoración no queda nada, no hay mármoles, ni pinturas, ni esculturas, ni sus increíbles mosaicos. Todo perdido, supongo que reutilizado por ahí, en algún museo o en colecciones privadas.
Suetonio dice que Tiberio se corría aquí unas orgías de padre y señor mío, esto no se sabrá con certeza, aunque es normal que así ocurriera teniendo en cuenta como se tomaban el sexo los romanos, pero lo que si está claro es que se vino aquí por algún motivo importante y elegió un lugar tranquilo, de difícil acceso y fácil de controlar en cuanto a su seguridad .
A este lugar sólo se puede acceder a pie, imposible desde el mar. Con lo cual el Emperador también se movería de igual manera así que la paliza para sus esclavos estaba garantizada. Avekrénides no cree que movieran al Emperador a hombros por aquí, es más fácil que se desplazara en alguna carroza fuertemente custodiada.
A este lugar sólo se puede acceder a pie, imposible desde el mar. Con lo cual el Emperador también se movería de igual manera así que la paliza para sus esclavos estaba garantizada. Avekrénides no cree que movieran al Emperador a hombros por aquí, es más fácil que se desplazara en alguna carroza fuertemente custodiada.
Como se puede apreciar el paisaje es hermoso desde Villa Jovis, no eran tontos estos romanos no , desde luego que no, la vida para los ricos debía de ser muy placentera. Por supuesto había termas y bastante grandes. Si hay algo que defina a la cultura romana son las termas. Eran gente limpia y saludable para esto no ahorraban en gastos y en cualquier yacimiento romano hay unas, hasta en el más humilde, así que aquí que vivía el Emperador imaginaos como eran. No queda mucho de ellas solo los cimientos pero valen para hacernos una idea.
Zona de las termas. |
Por cierto que ese edificio que se ve en la foto no es romano, lo sorprendente es que coronando la antigua villa y presidiendo el escenario hay una iglesia, una pequeña ermita dedicada a Santa María del Soccorso. Cosas que tiene la Historia.
El recorrido no es muy largo, hay que hacerlo despacio se pasa calor y casi todo es subiendo, pero claro es incomparable. Seguramente disfrutareis más en Pompeya y Herculano porque los edificios están mucho mejor conservados , pero si vais a Capri no perdéis nada subiendo hasta aquí, este lugar es digno de todo un Emperador romano.
Y cuando iniciéis el descenso hacia Capri seguramente estaréis cansados y sedientos, por eso Avekrénides os recomienda un alto en el camino para disfrutar de la terraza del bar Jovis. Disfrutamos de una buenísima limonada y de un rato agradable y bien merecido. No es caro y la familia que lo lleva es muy amable.