A Avekrénides le apasiona el mundo romano y nada mejor que visitar el Museo de Nápoles para poder admirar una gran colección de todo tipo de objetos procedentes de las excavaciones de Pompeya y Herculano.
Las joyas son piezas muy perseguidas por los buscadores de tesoros, que lejos de trabajar con fines culturales lo hacen a las órdenes de coleccionistas adinerados, anónimos mecenas del espolio que gustan atesorar estos objetos para su propio deleite.
Es muy raro poder ver piezas de oro expuestas en las vitrinas de algún museo, por suerte o mas bien por desgracia , el oro y la plata siempre se han "reciclado" desde hace siglos, son materiales que nunca desaparecen y que siempre han sido valiosos para los poderosos.
Pero hay veces que aun podemos admirar hermosos brazaletes, pendientes, anillos, collares que en la Antigüedad adornaban los cuerpos de las damas de alta posición social.
Son preciosos ¿Verdad?. Las damas pompeyanas eran poderosas, de eso no hay duda. Pertenecían a una sociedad refinada que por supuesto amaba el lujo y la ostentación. Estas cosas han cambiado muy poco y como se dice popularmente en la tierra de Avekrénides, "Con dinero chufletes".
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